Cortijo Miraflores

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El Cortijo Miraflores es una antigua casa de explotación agrícola ligada a la influyente familia Domínguez desde 1706, transformado posteriormente en molino de aceite y trapiche azucarero y, actualmente, tras varios años desalojado, rehabilitado como museo, biblioteca y pinacoteca municipal. En la parte frontal sur de esta construcción se diseñaron unos jardines que fueron equipados con múltiples especies exóticas, lo que aumentó el carácter referencial de este complejo en Marbella, sobre la que muestra una posición dominante, alterada en las últimas décadas por la aparición de múltiples edificaciones residenciales.

También denominado Centro Cultural Cortijo Miraflores

Periodo
Anterior a la carretera
Relación con la carretera
Se encuentra en el corredor
Estado actual
Rehabilitado
Estado de conservación
Bueno
Protección
  • Nivel 2. Protección Parcial (PGOU Marbella, 2010).
Accesibilidad
  • Dificultad de acceso: Bajo
  • Visita: Según horario

Descripciones

  • Antigua casa de labor reconvertida en cortijo en el siglo XVIII. Fachada principal de dos alturas con cinco huecos, el principal con portada y cornisa en ático que soporta el balcón. En el interior se conserva patio porticado y lagar.

    Fuente: Catálogo general del patrimonio urbano y arqueológico protegido. PGOU Marbella, 2010, p. 390

  • Hay noticias ciertas del Cortijo Miraflores al menos desde 1706, cuando D. Tomás Francisco Domínguez de Godoy edifica una casa de campo en el Prado de San Francisco, llamado así por su cercanía al convento de los Franciscanos que acogió a la orden hasta el siglo XIX, edificio conocido hoy como albergue África, aunque totalmente remozado. Durante los años posteriores a su construcción se siguen teniendo noticias documentales de intervenciones que llegan hasta la actualidad. Cuando a principios de los noventa y tras pasar por varios dueños aún estaban habitado D. Agustín Airola Preciados, de origen mexicano que lo vende a la ciudad de Marbella el 10 de abril de 1990. Hasta ese momento los habitantes del barrio del Pilar recordarán en sus paseos la imagen de los naranjos y olivos que la rodeaban. En los últimos años, el deterioro sufrido en la fábrica de la edificación es mayor de la que el tiempo transcurrido desde que no es habitado permite suponer, como se puede apreciar en algunos documentos gráficos.

    La historia del Cortijo de Miraflores, en otros tiempos casa heredad del Prado de San Francisco, está unida al nombre de la familia Domínguez, asentada en Marbella desde los tiempos de la Conquista, formando parte del Mayorazgo familiar hasta su cesión por cuestiones hereditarias en 1874 a Doña Elisa Torralba.

    Arquitectónicamente esta edificación se puede situar en la vieja tradición constructiva del Mediterráneo que también ha dejado restos en el término de Marbella en la Villa Romana de Río Verde. Estas Villae eran explotaciones agrarias con una mansión señorial, rural, cuya ordenación espacial se lleva a cabo alrededor de un patio y en las cuales había dependencias con diversas funciones: hábitat del señor, estancias para los operarios, zonas para la explotación agrícola, silos, caballerizas, corrales... En definitiva, nos encontramos ante la casa de una explotación agrícola que posteriormente fue adaptada a la actividad industrial: molino de aceite y trapiche azucarero.

    Posiblemente existiera una construcción anterior, hipótesis que como otras cuestiones relacionadas con el Cortijo los arqueólogos y especialistas deben demostrar. Lo cierto es que en el momento en que se edifica el primer módulo de la construcción es descrita por el escribano de Córdoba, D. Antonio Beltrán, como una obra de hermosa fábrica, única en la zona.

    Fuente: LÓPEZ GONZÁLEZ, Francisco. El Cortijo de Miraflores: Aproximación a sus aspectos artísticos. En Cilniana, no. 9, 1997, p. 21-22.

  • El edificio se alza en lo alto del Cerro de San Francisco, rodeado por jardines y restos arqueológicos. De planta cuadrada y patio central, al edificio principal de dos plantas, se le unen distintas piezas en la fachadas laterales y trasera.

    La fachada principal, sencilla en composición, está formada por cinco huecos, siendo el acceso por el situado más a la derecha, el cual queda enmarcado por una portada de piedra arenisca con cornisa superior que soporta una balconada de planta primera. Junto al balcón, dos blasones con escudos heráldicos también en piedra arenisca. El resto de la fachada no presenta elementos singulares de interés.
    La cubierta está resuelta mediante cubierta a dos aguas, desalojando en fachada y patio principal.

    Posee un magnífico jardín formado por muy diferentes, bonitas, exuberantes y exóticas especies botánicas.

    La tipología también es sencilla, con una crujía alrededor del patio principal, que se abre porticado con arcos de ladrillo cerámico. Al fondo se ubica una nave, que actualmente está utilizada como centro de exposiciones de molinos de aceite.

    Tras su rehabilitación, se ha transformado en el Centro Cultural Cortijo Miraflores, que de manera continua acoge exposiciones temporales de todo tipo, ciclos de conferencias, proyecciones, recitales, etc. También se encuentran en el mismo el Archivo Histórico Municipal, y una almazara del siglo XIX, compuesta por un molino, una termobatidora y dos prensas hidráulicas.

    Datos históricos

    El Cortijo de Miraflores se encuentra en la barriada Pilar-Miraflores de Marbella, con entradas por las calles José Luis Morales y Marín y San Pedro Alcántara.

    En el año 1706, Tomás Francisco Domínguez y Godoy, construye una casa de campo en un cortijo llamado del Prado de San Francisco, sobre los restos de una antigua casa de labor, propiedad que formaba parte del Mayorazgo fundado por su abuelo Melchor Domínguez. La construcción contaba con cincuenta fanegas de tierra de labor para árboles frutales y olivos. Junto a la casa de labor se construyó un molino de aceite, un trapiche de azúcar y una bodega además de las estancias propias para el alojamiento.

    En 1756 se diseña el jardín de la parte frontal, si bien es en 1850 cuando se introducen las especies exóticas, traídas por Don Tomás Domínguez Artola, Intendente General de Filipinas. El molino funcionó hasta bien entrado el siglo XIX. Hoy es museo y conserva en muy buen estado numerosas máquinas molturadoras y útiles de su antigua función.

    La edificación sufre diversas modificaciones y ampliaciones a lo largo de los años, hasta que aproximadamente en la primera mitad del siglo XIX, Antonio Domínguez Alburquerque, dota al cortijo de la estructura que tiene actualmente. Es precisamente en estos años cuando comienza a conocerse el mismo con el nombre de Cortijo de Miraflores.

    A la muerte de Tomás Domínguez Artola, acaecida el año 1886, el cortijo pasó a otras manos distintas a las de los Domínguez, para tras diversas vicisitudes pasar a ser propiedad del Ayuntamiento.

    Fuente: Base de datos Patrimonio Inmueble de Andalucía.

Catalogación

Tipologías

Tipología Casa de labor
Actividad Agrícolas
Cronología s. XVI
Tipología Cortijo
Actividad Agropecuaria
Cronología 1706
Tipología Vivienda
Actividad Residencial
Cronología s. XX
Tipología Edificio sociocultural
Actividad Cultural
Cronología s. XX

Agentes

Nombre Domínguez y Godoy, Tomás Francisco
Figura Promotor
Actuación Promoción
Año 1706

Protección

  • Nivel 2. Protección Parcial (PGOU Marbella, 2010).

Información documental

  • Catálogo general del patrimonio urbano y arqueológico protegido. PGOU Marbella, 2010.

Información bibliográfica

  • LASSO DE LA VEGA WESTENDORP, Blanca. Los jardines del Cortijo de Miraflores: un legado histórico. En Cilniana, no. 9, p. 15-20.
  • LÓPEZ GONZÁLEZ, Francisco. El Cortijo de Miraflores: Aproximación a sus aspectos artísticos. En Cilniana, no. 9, 1997, p. 21-27.
  • ROMERO, Antonio. El Cortijo de Miraflores. Los moradores en su historia. En Cilniana, no. 8, 1996, p. 42-51.

Datos geográficos

ETRS 89 UTM Zona 30N 36.516112, -4.889059
SRC WGS 84 36°30'58.0"N 4°53'20.6"W