Urbanización Eurosol-Euromar

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Ítem número 11 de 20 en Secuencia de la Travesía de Torremolinos, Torremolinos


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Hotel Pez Espada
El hotel Pez Espada es un hito del desarrollo turístico de la Costa del Sol y de la apuesta por una arquitectura de ocio acorde con el diseño revisionista del Movimiento Moderno de posguerra. Fue d...
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El conjunto residencial Eurosol-Euromar propone, en los años sesenta la expansión turística de Torremolinos hacia el Oeste, vertebrado en su borde litoral por la carretera N-340 su principal referencia infraestructural. La ordenación plantea una distribución escalonada de las distintas edificaciones en el paisaje, solventando la pendiente de la parcela hacia el mar; así, la prolongación de la carretera N-340 en los espacios colectivos del conjunto se convierte así en auténtico balcón hacia el litoral. La implantación del conjunto impone una nueva lógica de vocación urbana, que marcará el crecimiento turístico de esta primera arquitectura turística en los municipios más cercanos a la capital malagueña.

Periodo
1951–1975
Relación con la carretera
Visible desde la carretera
Estado actual
Modificado
Estado de conservación
Bueno
Accesibilidad
  • Dificultad de acceso: Bajo
  • Visita: Privado

Descripciones

  • El arquitecto Rafael de la Hoz Arderius junto con Gerardo Olivares James realiza en 1963 un conjunto residencial de carácter turístico en Torremolinos. Se trata de la ordenación de un solar en el borde Oeste de Torremolinos, que limita con la Avda. Carlota Alessandri "antigua Carretera Nacional N-340" al Norte y al Sur con la calle Decano Juan de Espino, Calle de Salvador Allende y Calle Delfines. La operación ordena 45.232,42 metros cuadrados de terreno en pleno borde litoral con una pendiente hacia el mar, teniendo como única preexistencia arquitectónica el Hotel Pez Espada, obra paradigmática de la modernidad andaluza dentro de la arquitectura turística, realizada a finales de los cincuenta por Juan Jáuregui Briales y Manuel Múñoz Monasterio, y de la cual se hacen eco los autores (en todas las maquetas aparece integrado el edificio del Hotel Pez Espada).

    El proyecto organiza las viviendas en tres tipos diferentes de edificaciones. Es muy significativa la escogida por el autor para dar respuesta a la N-340 que lo limita en su borde Norte: seis piezas de nueve plantas se giran respecto a la calle unos 45º, mostrando su fachada más opaca hacia la carretera y abriéndose a través de terrazas corridas y fachadas muy permeables hacia las vistas del mar y al mejor soleamiento, liberándose de la alineación de la calle pero sin embargo ofertando al entorno un orden reconocible, un ritmo creado por el giro insistente de las fachadas, que terminan por imponerse como una nueva lógica urbana. Las terrazas se limitan a dibujar un andamio sobre la fachada, marcando decididamente su horizontalidad y la condición doméstica de los usos que alberga.

    Cada pieza se compone de dos bloques lineales asegurando la ventilación cruzada y soleamiento en todas las estancias, -con ocho apartamentos por planta en cada pieza, con increíbles vuelos de cinco metros sobre la planta baja en los extremos, reduciendo el apoyo de planta baja al mínimo, liberando la zona pública y potenciando plásticamente la validez de la propuesta.

    Este primer conjunto, planteado para el uso de Apartotel, se sitúa a nivel de la carretera y tiene una diferencia de cota de cuatro metros con la siguiente plataforma, aprovechando la zona bajo los bloques para comerciales, sirviendo de gran basamento corrido a las piezas que adquieren así la categoría de monumento. La prolongación de la carretera N-340 en torno a los bloques se convierte así en auténtico balcón hacia el litoral, conectándose con el nivel inferior a través de la calle Pez Espada, que deja tres bloques a cada lado de esta conexión directa con el hotel. En la maqueta de la primera propuesta dos de las seis torres eran de 16 plantas y se colocaban en el centro.

    En el nivel inferior, junto con la entrada a los comerciales se encuentra el desarrollo de los jardines, que sirven de soporte al segundo tipo de edificación, nueve piezas que se sitúan esta vez paralelas al litoral, situadas escalonadamente en el solar. Dos bloques lineales son de nuevo la solución habitacional de cada una de las piezas, que limitando su altura permiten las vistas desde las piezas superiores. Por último, tres bloques ordenados en T se colocan en el nivel más cercano al mar, al Este del Hotel, dos de siete y uno de cinco plantas, rematando así la propuesta en la esquina del solar más cercana al litoral.

    El conjunto Eurosol es en los años sesenta de una factura impecable, comenzando por una distribución acertadísima de las masas construidas en el paisaje, pasando por un uso de las técnicas de construcción en acero desde una optimización certera que no por ello desaprovecha sus posibilidades plásticas, cuyos grandes vuelos acentúan la bella horizontalidad del conjunto, y con unos acabados tanto interiores como exteriores dentro de la mejor línea de trabajo de Rafael de la Hoz. Por último, la aplicación de las investigaciones del autor en el campo de la vivienda mínima adaptada al uso turístico y por tanto vista desde la óptica de la segunda residencia merece también una revisión.

    La obra de Rafael de la Hoz Arderius es, en su conjunto, la más significativa de los arquitectos andaluces de la segunda mitad del siglo XX, a la altura de los grandes creadores europeos del momento. De origen cordobés y habiendo estudiado en Madrid, la mayoría de su obra se localiza en ambas ciudades, aunque sus propuestas en la Costa del Sol fueron sin lugar a dudas de gran repercusión. Junto con el Conjunto Eurosol en Torremolinos, a nivel de sus mejores obras residenciales de carácter privado, encontramos en una escala y uso totalmente diferente el Palacio de Congresos de esta misma ciudad, donde de nuevo demuestra su gran control en la composición y su cuidado exquisito en el uso de los materiales y en la concepción organizativa de las plantas.

    El conjunto Eurosol es contemporáneo a las propuestas realizadas en la misma localidad por el arquitecto Antonio Lamela Martínez, con un paralelismo interesante en sus propuestas para la incorporación de la zona comercial como un basamento de las piezas residenciales, el uso generalizado de la terraza como elemento diferenciador de la arquitectura turística, que permite unos resultados compositivos de horizontalidad insistente, y la importancia vital del espacio común. Sin embargo, la propuesta de Rafael de la Hoz ocupa un rango superior en el resultado formal y en el trasfondo teórico.

    Las investigaciones del autor en la vivienda vertebraron, en efecto, todo su ejercicio profesional, así como su compromiso con los avances con la tecnología y los nuevos materiales, que en sus obras se convertían en auténtico manifiesto de la modernidad. El soporte productivo local no alcanzaba a seguir su ritmo en el conocimiento, en este caso de la construcción metálica, de materiales para acabados y la decoración de los espacios comunes del edificio. Los resultados obtenidos, como es el insólito conjunto Eurosol y su puesta en valor debe servir para recuperar esa calidad total de la arquitectura turística que en la actualidad es del todo inexistente.

    Fuente: LOREN-MÉNDEZ, Mar, "Urbanización Eurosol-Euromar, Torremolinos, Málaga," Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea, Archivo del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Base de datos de Patrimonio Inmueble de Andalucía, 2007

  • El conjunto residencial Eurosol fue proyectado y construido entre 1962 y 1963 por Rafael de La-Hoz Arderius con la colaboración de Gerardo Olivares sobre una gran parcela situada en el borde occidental de Torremolinos; la operación ordenó un total de 45.232 metros cuadrados de terreno en pleno borde litoral, dispuesto en ligera pendiente hacia el mar y frente al único elemento arquitectónico preexistente en la zona, el hotel Pez Espada. Éste tuvo una gran importancia en el proyecto, pues se situó en el eje de una nueva avenida que dividía en dos y articulaba la nueva urbanización, y como tal aparecía en las maquetas que se hicieron de la misma. Como en los conjuntos contemporáneos de Lamela, en Eurosol adquirieron una importante presencia los aspectos urbanísticos, al crear tejido urbano y nuevos usos para la zona; pero además se concedió en su proyección una importancia fundamental a los aspectos paisajísticos derivados del aprovechamiento de la ligera pendiente del terreno. Así, los arquitectos organizaron los edificios en tres tipos de diferentes alturas según su emplazamiento, a fin de garantizar las vistas al mar de todos ellos y la visualización en perspectiva del conjunto.

    En el borde norte, delimitado por el vial rápido constituido por la antigua carretera de la costa, N-340, se emplearon seis bloques de ocho plantas giradas respecto a la calle en unos 45 grados, dedicados a apartotel. Los bloques, que evitan la alineación con la calle, imponen sobre ésta un nuevo orden y ritmo basados en el giro insistente de las fachadas totalmente opacas a la carretera, buscándose el mayor aislamiento del tráfico rodado; por el contrario, los edificios se abren al sur y los jardines comunitarios mediante frentes permeables con terrazas corridas para facilitar las vistas al mar y la iluminación de los apartamentos. Estas terrazas presentan en los extremos un gran vuelo de 5 m sobre la planta baja, reducida al mínimo apoyo y liberada para su uso comercial. La solución estructural a partir de perfiles de acero permite la máxima rentabilidad del material a la hora de dimensionar las luces, además de la citada compensación de los voladizos.

    Los apartamentos responden a dos tipos de distribución complementaria, uno cuadrado y de pequeñas dimensiones y otro mayor en planta de L, que abraza a aquél. Son estos el fruto de las investigaciones de La-Hoz sobre la vivienda mínima adaptadas al uso turístico. Todas las células, ocho por planta, se disponen linealmente para favorecer la ventilación cruzada y el soleamiento de todas las estancias.

    Este primer conjunto, situado a nivel de carretera por el lado norte, presenta una diferencia de cota de 4 m respecto a la siguiente plataforma, por lo que los bloques descansan sobre amplias terrazas comunicadas entre sí y con los jardines mediante pasarelas; estas terrazas suponen una continuación de la propia calle y se constituyen en auténticos balcones al litoral. Bajo las mismas se dispone una nueva zona de locales comerciales y para uso social, creándose de este modo una especie de basamento que realza y monumentaliza la presencia de los bloques de apartamentos.

    El nivel superior de la urbanización y el vial de la costa comunican con el inferior a través de la calle Pez Espada, que tiene por punto focal el hotel homónimo, integrado de este modo conceptualmente a la composición del conjunto. Dicha avenida genera la división del mismo en dos parcelas principales, quedando tres bloques de la zona superior a cada lado de la misma. En la maqueta de la primera propuesta, las dos torres más próximas a esta conexión directa con el hotel eran de 16 plantas, con un claro sentido de hito monumental.

    En el nivel intermedio se desarrollan los jardines, que distribuyen y dan soporte al segundo tipo de edificación, nueve bloques de cinco alturas situados escalonadamente sobre el solar y en paralelo al litoral. En origen, estos bloques de menor altura formaban dos pequeños y ensimismados conjuntos de cuatro unidades separados por una serie de irregulares construcciones; el conjunto occidental se disponía de la misma manera que el nivel superior, es decir, con los edificios girados a unos 45 grados con respecto a la calle. Finalmente se ejecutaron nueve bloques dispuestos en paralelo a una calle de nueva creación que venía a subdividir las dos parcelas principales y enlazar y servir a aquellos edificios.

    Del mismo modo, en la primera propuesta se contemplaba la edificación de sendas parcelas a ambos lados del hotel Pez Espada, en lo que era el nivel inferior ya junto a la playa. Finalmente solo se edificó una de las parcelas, la situada al este del establecimiento hotelero. En la misma, y ordenados según un esquema en T, se disponen tres bloques, dos de siete y uno de cinco plantas, que al disponerse a un lado del conjunto no limitan las vistas de los niveles superiores. Se solucionaba así la esquina del solar en su zona más próxima al mar, si bien la propuesta quedó incompleta al no rematarse el conjunto con la otra esquina. Desafortunadamente, todo el conjunto ha sido posteriormente desvirtuado por ligeras modificaciones en parcelario original y, sobre todo, la colmatación de las parcelas anejas mediante nuevos edificios de apartamentos que desintegran la unidad del complejo y desvinculan su esquina.

    El conjunto residencial Eurosol fue pionero en la introducción del apartamento como tipología de la vivienda turística en la costa del sol, favoreciendo en definitiva un tipo de turismo abierto a las clases medias y no exclusivo de los más privilegiados. Prácticamente coetáneo a las propuestas en la materia de Lamela, la Nogalera y Playamar, el conjunto arquitectónico de La-Hoz y Olivares adquiere como aquéllas connotaciones urbanas al variar ligeramente la trama urbana e introducir en la misma nuevos usos a fin de generar plusvalías. Todo ello contemplado dentro del marco de las primeras grandes promociones inmobiliarias de carácter especulativo en la costa del sol. La incorporación de la zona comercial como basamento de los edificios residenciales, el uso generalizado de la terraza como elemento diferenciador y la importancia concedida a los espacios comunes son elementos que comparte con las citadas urbanizaciones de Lamela; sin embargo, Eurosol añade una muy acertada distribución de las masas buscando efectos paisajísticos y, sobre todo, el dominio de su autor de las técnicas de la construcción en acero, que permiten los grandes vuelos de las terrazas para remarcar la inexistente horizontalidad del conjunto y el dimensionamiento de las luces en las fachadas al mar. La tecnología se incorpora ahora a los métodos productivos de la arquitectura en la costa del sol, introduciéndose incluso en los modos de habitar para buscar la máxima calidad en el ordenamiento del espacio dedicado al ocio. A esto último contribuye decisivamente el empleo de materiales de primera calidad en los apartamentos, como el mármol, el terrazo y el gres para los pavimentos, los revestimientos cerámicos de azulejos en cocinas y aseos, la yesería maestreada para techos y la carpintería interior de madera. La simplicidad de los recursos arquitectónicos empleados y su distribución en amplias superficies de verde destinadas al ocio y al esparcimiento donde no se renuncia sin embargo a los usos comerciales sitúan finalmente a Eurosol en la tradición del Estilo del Relax, tradición a cuyo desarrollo contribuye decisivamente.

    Fuente: Vera Vallejo, Igor. Arquitectura del siglo XXI en Málaga.

  • Éste es un conjunto con gran envergadura debido tanto a la gran extensión sobre la que se asienta como al elevado número de apartamentos construidos.

    El solar, una amplia franja de terreno situada entre la antigua CN-340 y la avenida de acceso a las edifciaciones de primera línea de playa, tiene una pendiente considerable en la dirección norte-sur. Se desarrolla en dos plataformas aproximadamente paralelasm unidas por un declive ajardinado.

    El conjunto edificatorio está formado por dos tipos de bloques que responden, a su vez, a sus muy distintas soluciones. Los primeros, más altos, se colocan sobre la plataforma superior a partir de lo que entonces era la CN-340, pero oblicuamente a dicha eje viario, en una operación audaz e inteligente que intenta evitar, en lo posible, los inconvenientes de dicha cercanía sin renunciar a sus ventajas.

    Así, estilizados edificios de siete plantas, asentados sobre grandes pantallas de hormigón en las que se apoyan los forjados en voladizo, miran en escorzo hacia la playa, aprovecha su más tranquilo emplazamiento ensimismándose y formando pequeños conjuntos con bloques lineales de cuatro plantas, abiertos mediante grandes terrazas corridas a los jardines interiores, que se sitúan paralelamente a la línea de playa.

    Destaca, así mismo, la alta calidad de materiales y acabados en los interiores originales.

    Fuente: VV.AA. La Arquitectura del sol_Sunland architecture. Barcelona: Colegios Oficiales de Arquitectos de Cataluña, Comunidad Valenciana, Islas Baleares, Murcia, Almería, Granada, Málaga y Canarias, 2002, p. 270.

Catalogación

Tipologías

Tipología Viviendas plurifamiliares
Actividad Residencial
Cronología 1963
Tipología Urbanizaciones
Actividad Turismo
Cronología 1963
Tipología Locales comerciales
Actividad Comercial
Cronología 1963

Agentes

Nombre Olivares James, Gerardo
Figura Arquitecto
Actuación Proyecto
Año 1963
Nombre De La-Hoz Arderius, Rafael
Figura Arquitecto
Actuación Proyecto
Año 1963

Información documental

  • Archivo del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. LOREN MÉNDEZ, Mar, Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea. Provincia de Málaga. Urbanización Eurosol-Euromar, 2007.
  • Arquitectura del siglo XXI en Málaga. Proyecto de excelencia «Arquitectura, ciudad y territorio en Málaga, 1900-2008».
  • Catálogo Patrimonio Arquitectónico, Revisión PGOU Torremolinos, aprobación provisional 2010.

Información bibliográfica

Datos geográficos

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ETRS 89 UTM Zona 30N 365051.26443, 4052247.44356
SRC WGS 84 36°36'22.3"N 4°30'32.0"W