Muelle

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Ítem número 28 de 50 en Secuencia Paseo del Parque, Málaga


Edificio Taillefer
La familia Taillefer, de origen francés, llegó a Málaga de la mano del Marqués de Duero, para los trabajos de ingeniería agrícola en San Pedro de Alcántara, y que se convertirá en una pieza fundame...
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Edificio La Equitativa
Su estratégica ubicación en la confluencia de La Alameda, la plaza de la Marina y Calle Larios, con el final del Ensanche Heredia y la entrada al Puerto, unida a su imponente carga arquitectónica, ...
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Periodo
Anterior a la carretera
Relación con la carretera
Visible desde la carretera
Estado actual
Modificado
Estado de conservación
Bueno
Accesibilidad
  • Dificultad de acceso: Bajo
  • Visita: Privado

Descripción

Durante el siglo XVII decae la actividad portuaria. En 1603, el rey Felipe III envió al Ingeniero Tiburcio Spanochi para supervisar las obras y buscar soluciones de acuerdo con Bursoto a los problemas que retrasan las obras. Según se detalla en los documentos de la época, antes del año 1662 se hallaban construidas 530 varas de dique. Durante el viaje que en 1624 hizo por Andalucía el Rey D. Felipe IV, vino a ver las obras del Puerto que eran de gran importancia para aquella época, tanto que, en el año siguiente de 1625, pudo fondear la escuadra española mandada por D. Fabrique de Toledo. Las obras de los muelles no llegan a acabarse a pesar de las imperiosas necesidades comerciales.

Después de un largo período de paralización de los trabajos, Felipe V en 1717 encargó al ingeniero francés D. Bartolomé Thurus la confección de un proyecto de ampliación del Puerto, que satisficiera las necesidades tanto comerciales como de defensa de la población. Este proyecto consistía en prolongar el dique de Levante, poniéndole al final una linterna como se llamaba entonces, y la construcción de un muelle comercial llamado Muelle de Poniente, que arrancaba del “Torreón del Obispo”, además de ponerle batería en los morros para defensa del Puerto. En la primera mitad del siglo se construye el Fuerte de San Felipe con 13 cañones para proteger la ciudad de las posibles invasiones. A las espaldas del Fuerte se levantó la Capilla de la Inmaculada Concepción que actualmente se conversa en el Paseo de al Farola. En 1720 empiezan las obras con la prolongación del dique de Levante. Se comienza el Muelle de Poniente, llamado después Muelle Nuevo. En 1723 se hace la primera limpia del Puerto por el asentista D. Carlos Burel. En todo este período es constante la preocupación para seguir las obras, tanto por parte de los reyes como del pueblo de Málaga, pero a pesar de ello no se consigue hacerlo más que con intermitencias, pues el dinero de las obras, que era escaso, había que aplicarlo muchas veces a corregir las inundaciones del Guadalmedina o el artillado de la costa. Bajo Carlos III numerosos ingenieros presentan sus proyectos buscando la forma de aumentar la capacidad de las instalaciones portuarias. En este tiempo se continuó con los dragados y las obras del dique y además se hicieron la ampliación de los Almacenes de Atarazanas (1775), construcción de un Lazareto (1776) e intensificación de las obras del Muelle Nuevo y la escalera en el Muelle Nuevo (1784). En 1783 el rey aprueba el proyecto de crear la Alameda en los terrenos ganados al mar. También se construyen los paredones sobre el Guadalmedina. Poco antes se había ampliado el comercio con más puertos americanos: Tratado de Libre Comercio. Gracias a D. José Gálvez, Consejero de Estado del Monarca y Marqués de la Sonora, se creó el Consulado marítimo y terrestre para favorecer el comercio y que por consiguiente tuvo una influencia muy importante en el volumen del tráfico del Puerto. Con la muerte de Carlos III, en 1788, los proyectos se paralizan.

En 1814 la Junta de Reales Obras comprendiendo la necesidad de establecer una señal marítima, para evitar los accidentes lamentables que acaecían con frecuencia en la bahía malagueña, encargó al Ingeniero Director D. Joaquín María Pery la construcción de “un edificio bien adecuo para el fin de sustentar en alto una linterna giratoria, sobre la punta o morro de Levante”. Desde 1833 hasta la Restauración casi no se hicieron obras por falta de recursos. A principios de siglo tuvo una gran repercusión negativa para Málaga la Guerra de la Independencia. Pero tras la guerra comenzó una etapa de desarrollo económico liderado por empresarios como Larios, Heredia o Loring. La actividad exportadora del puerto fue el inicio de la industrialización de Málaga. Un ejemplo: los primeros Altos Hornos de España. A lo largo de la primera mitad del siglo XIX centenares de naves arribaban a nuestro puerto. Entre las mercaderías que traían son reseñables plantas exóticas, plantas que aún hoy pueblan nuestros jardines. Desde el puerto de Málaga las comunicaciones con las plazas de África son constantes, tanto desde el punto de vista comercial como militar. En 1873 se crearon las Juntas de Obras de Puertos y en 1874 quedó constituida la primera Junta de Obras del Puerto de Málaga. En 1876 Don Rafael Yagüe, primer Ingeniero Director encargado de redactar un proyecto general de las obras necesarias, firmó el proyecto del nuevo Puerto de Málaga que le habían encomendado. En 1897 finalizan las obras en los muelles que habían sido proyectados por el ingeniero Yagüe en 1876. En este mismo año se aprobó el proyecto de determinación de la zona de servicio de los muelles, a los efectos de fijar los terrenos que eran necesarios para el Puerto y cuáles se podían enajenar. Esto posibilita la creación del Parque, en la que el Presidente del Consejo de Ministros, Canovas del Castillo, tiene una intervención determinante. A finales de siglo, Málaga se encuentra sumida en una profunda crisis provocada por la pérdida del mercado americano y la plaga de la filoxera causante de la ruina de nuestros viñedos.

En la primera década del siglo XX, la primera Guerra Mundial reactiva la actividad industrial. A la actividad comercial se une la logística, generada por el conflicto con el protectorado de Marruecos. En los años 20 se inician también las primeras escalas turísticas. La Guerra Civil supone un paréntesis de estancamiento y atonía, que sólo rompen esperpénticos montajes de idas y venidas de líderes políticos. Hasta la década de los 80, los tráficos portuarios mantienen un discreto aumento, y se amplían y modernizan los muelles existentes. Se construye la Estación Marítima. La puesta en funcionamiento del oleoducto Málaga - Puertollano provoca un importante impulso. A finales del siglo, la pérdida del tráfico de petróleo ha supuesto una de las crisis económicas más importante de la historia de nuestro puerto. En los últimos 90 se empiezan a acometer los proyectos de ampliación: Dique de Levante y Muelle 9 Se plantea también el Plan Especial del Puerto, donde se disponen nuevos espacios urbanos para la Ciudad.

En el siglo XXI el Puerto de Málaga entra en este nuevo siglo acometiendo una profunda modernización de sus instalaciones y creando nuevos espacios hacia el sur.

Fuente: Puerto de Málaga.

Catalogación

Información documental

  • http://www.puertomalaga.com/web/guest/historia

Datos geográficos

ETRS 89 UTM Zona 30N 373477.61484, 4064503.68858
SRC WGS 84 36°43'04.1"N 4°25'00.2"W