Plaza de Toros de La Malagueta

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Ítem número 16 de 50 en Secuencia urbana Reding-Sorolla, Málaga


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El coso de La Malagueta se ubica a los pies del Monte de Gibralfaro, cerca del Paseo de la Farola, formando parte de una de las conocidas vistas de la ciudad. Las primeras corridas de toros en Málaga datan de la época de los Reyes Católicos, y desde su primigenia ubicación en la Plaza de las Cuatro Calles, hoy Plaza de la Constitución, han sido numerosas las localizaciones en la ciudad. El actual coso monumental se ubica en el ensanche que proyectó Juan Nepomuceno de Ávila y que marcaba la expansión de la ciudad hacia el Este apoyándose en las nuevas infraestructuras, principalmente en el tren y en la carretera N340.

También denominado Paseo de Reding, Maestranza, Plaza de Toros y La Maestranza

Periodo
Anterior a la carretera
Relación con la carretera
Visible desde la carretera
Estado actual
Rehabilitado
Estado de conservación
Bueno
Protección
  • BIC monumento (inscrito BOE 24/04/1981).
  • Integral (PGOU Málaga, 2011).
Accesibilidad
  • Dificultad de acceso: Bajo
  • Visita: Según horario

Descripciones

  • La Plaza de Toros de La Malagueta responde tipológicamente a la serie de plazas de toros mixta de ladrillo y hierro que se construyeron en el último tercio del siglo XIX en España.

    Su planta tiene una estructura de polígono regular de 18 lados, adopta en su interior la tradicional forma circular. Esta se compone de un ruedo central, donde se realiza la lidia, a cuyo alrededor, en anillos concéntricos se distribuyen las distintas dependencias compuestas de: tendido bajo, que consta de escalones corridos de piedra, realizados sobre un plano inclinado y construido sobre bóveda. Un alzado de dos plantas superpuestas y porticadas, correspondientes a los graderíos altos y zona de palcos. Estos muestran hacia el interior de la Plaza un frente construido a base de columnas, capiteles, arcos rebajados y antepecho con balaustres, realizados en hierro de fundición y ornamentados con motivos referentes al tema taurino.

    Entre el tendido bajo, graderíos y palcos mencionados y la fachada se establecen cuatro galerías interiores concéntricas, que sirven de acceso a las diferentes dependencias y que se comunican con estas mediante escaleras que abren balconcillos situados en los tendidos bajos y con puertas, con los graderíos altos y zona de palcos. El ruedo se comunica en su costado a través de portalones con los diferentes callejones o pasillos. También en esta zona se abre en el ruedo la puerta grande, que comunica con la galería interior baja que sirve de acceso hacia el interior de la Plaza.

    La fachada presenta planta de polígono regular de 18 lados y un alzado de dos pisos. Cada frente o portada muestra, en ambas plantas, tres vanos, escarzano el bajo y de medio punto el superior. El paramento alterna el enlucido de cal con el ladrillo visto.

    La Plaza destaca por su carácter monumental, compuesta de un volumen circular con una superficie de 7196 metros cuadrados, a los que se suman 10752 más entre corrales y dependencias.

    En el interior, uno de los elementos que más destaca del inmueble es la grada de tendido bajo; ésta tiene mayor ancho que las crujías porticadas y adquiere las mismas dimensiones de altura que estos dos pisos superiores porticados.

    Toda la estructura interior del edificio está realizada en hierro; es el primer gran edificio que en Málaga se construyó con ese material. La fachada está realizada en ladrillo enfoscado y pintado en blanco alternando con ladrillo visto en las pilastras laterales de cada frente, imposta y decoración de los arcos y cornisa. La madera se emplea para los burladeros, barreras y puertas.

    La primera propuesta para edificar una nueva plaza de toros partió del miembro de la Corporación Municipal Liborio García. La propuesta tuvo una acogida favorable y se acometió el proyecto de forma conjunta entre el Municipio y la Diputación Provincial de Málaga. Para la estructura del edificio se escogió el hierro, contratándose con la fábrica de San Antonio de Sevilla el suministro, ajuste y colocación de cuantas piezas de fundición se necesitaran. En el Archivo de la Cátedra de Gaudí de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, se guardan los planos del proyecto de la plaza de toros malagueña, firmados por Joaquín de Rucoba el 28 de Octubre de 1874. El suministro de la cantería labrada fue contratado con Enrique Rivas.

    El nuevo edificio se situó tras el Hospital Nobles, ajustándose y colaborando en la urbanización del nuevo trazado de calles y manzanas que se proyectó al final del Paseo Réding. Las obras de la plaza se suspendieron en Diciembre de 1874 para continuar en Octubre de 1875, inaugurándose la plaza el 11 de Junio de 1876. Posteriormente se han efectuado diversas reformas en el edificio. En 1976, con motivo del centenario de la plaza se acometió un gran proyecto de reforma que no llegó a completarse.

    Fuente: Base de datos Patrimonio Inmueble de Andalucía

  • Uno de los hitos del barrio del que tomó su nombre, la plaza de toros de la Malagueta supuso el primer coso estable tras varias ubicaciones más o menos efímeras. El edificio aúna la tradición de su forma circular, la estética clasicista y mudéjar y la innovación de su estructura en hierro, realizada en otras ciudades ante la incapacidad técnica de la industria siderúrgica local, ya en crisis. Los arcos carpaneles de los tendidos muestran en sus enjutas y capiteles de las columnas motivos taurinos.

    Fuente: Candau Rámila, María Eugenia; Díaz Pardo, José Ignacio; Rodríguez Marín, Francisco. Málaga: Guía de arquitectura_an architectural guide. Málaga: Consejería de Obras Públicas y Transporte, Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga, 2005, p. 214.

  • Esta plaza comenzó a construirse en 1874 bajo las directrices del proyecto de Joaquín de Rucoba y ocupó cuatro manzanas del ensanche de Reding. Se inauguró el 18 de junio de 1876 con una corrida en la que alternaron Gordito y Bocanegra.

    Posteriormente se han efectuado diversas reformas en el edificio, mejorando sus cuadras y corrales, levantando la enfermería y palcos de la Diputación y Gran Peña y atendiendo a su consolidación. En 1976, con motivo del centenario de la plaza, se acometió un gran proyecto de reforma que no llegó a completarse. Desde 1981 es monumento histórico artístico.

    Esta plaza pertenece al tipo característico de la segunta mitad del XIX, que sigue el modelo de la de la Puerta de Alcalá de Madrid. Consta de dos plantas de pórticos y arquerías y una planta baja, donde se dispone una importante grada de tendido. Esta grada, de fábrica, tiene mayor ancho que las crujías porticadas. La entreplanta de los tendidos de grada es muy interesante, realizándose con una pasarela de soportes y barandillas de hierro fundido que rodea perimentralmente la grada, obteniendo un espacio en doble altura en el acceso en planta baja; cuatro escaleras de tres tramos cruzan con pasarelas a esta galería y permiten el acceso por su parte alta, a las gradas.

    La planta aparece condicionada por su implantación urbana en el tejido del ensanche. El eje presidencia-toriles coincide con el eje solar este-oeste, pero no coincide con ninguna calle, lo que hace que no exista portada propiamente dicha. En el interior la presidencia tampoco se destaca y sólo presenta unos arcos de mayor tamaño coronados por leves frontones.

    Tiene un aforo de 14 000 espectadores y los festejos principales se celebran el domingo de Resurreción y en la feria, entre los días 12 y 23 de agosto.

    Fuente: Díaz-Y. Recaséns, Gonzalo y Vázquez Consuegra, Guillermo. Plazas de Toros. Sevilla: Dirección General de Arquitectura y Vivienda, Consejería de Obras Públicas y Transportes, 2004, p. 272.

  • La actual plaza de toros de Málaga -llamada de La Malagueta porque con ese nombre eran conocidos los terrenos sobre los que fue levantanda- se inauguró el 11 de junio de 1876 con una corrida de toros de la divise de Murube, lidiados por Manuel Domínguez, Antonio Carmona «El Gordito» y Rafael Molina «Lagartijo». El toro que abrió plaza se llamaba «Salamanquino» y fue francamente bravo. Pero el que resultó , sin duda, sobresaliente se llamaba «Baratero», cuyo nombre ja quedado para la historia de aquella primera corrida: tomó 17 puyas, mató siete caballos y, tras ser estoqueado por el «El Gordito», su cabeza fue llevada por un docto alemán a la Exposición de Viena.

    La plaza de La Malagueta tiene forma de polígono regular de 18 lados, un redondel que mide 52 metros de diámetro y una capacidad para 14.000 espectadores. Con todo merecimiento, La Malagueta fue declarada monumento histórico-artístico en el año 1981.

    La construcción de la plaza comenzó en 1874 bajo la dirección del arquitecto Joaquín de Rucoba y ocupó cuatro manzanas del paseo de Reding, en el secto del ensanche de la ciudad. Desde su inauguración se han llevado a cabo diversas reformas en el edificio con las que se han reforzado sus diferentes elementeos y se han mejorado también sus cuadras y corrales; por otro lado, se ha levantado la enfermería, además de los palcos de Diputación y Gran Peña. Sin embargo, no llegó a realizarse en su totalidad la última gran reforma acometida en 1976, con motivo del centenario de la plaza.

    Esta plaza responde al tipo característico de la segunda mitad del siglo XIX, que sigue el modelo de la de la Puerta de Alcalá en Madrid y constituye una muestra más del nuevo espíritu de la ciudad del pasado siglo. El edificio taurino se presenta como inserto en la trama urbana a la que determina con su presencia, lo que obliga a realizar ajustes urbanísticos que hagan posible la interrelación entre la plaza de toros y el espacio urbano en el que se instala.

    El arquitecto Gonzalo Díaz-Y. Recaséns, desgrana algunas de las características esenciales de La Malagueta: «Consta de dos plantas de pórticos y arquerías y una planta baja, donde se dispone una importante grada de tendido. Esta grada, de fábrica, tiene mayor ancho que las crujías porticadas. La entreplanta de los tendidos de grada es muy interesante, realizándose con una pasarela de soportes y barandillas de hierro fundido que rodea perimetralmente la grada, obteniendo un espacio en doble altura en el acceso en planta baka; cuatro escaleras de tres tramos cruzan con pasarelas a esta galería y permiten el acceso, por su parte alta, a las gradas».

    El ya importante tendido de grada posee en esta plaza las mismas dimensiones de altura que los dos pisos superiores, en consonancia con las proporciones que había establecido la madrileña plaza de toros de la Puerta de Alcalá, y que se convirtieron en habituales en la construcción de este tipo de edificios.

    En el exterior, el concepto de edificio público se expresa mediante los abundantes huecos de su fachada; en cada uno de sus lados, tres grandes puertas en la planta baja, que tienen su correlato en los tres balcones con arco de medio punto de la planta superior; como remate del edificio, un leve cornisamiento en ladrilo visto donde se inicia la cubierta de dos aguas de teja árabe.

    Respecto al trazado de los ejes de la plaza -con la consiguiente disposición de los elementos que componen el edificio- resulta poco claro en su composición, Como afirma el citado Recaséns, «el eje presidencia-toriles coincide con el eje solar este-oeste, pero no coincide con ninguna calle, lo que hace que no exista portada propiamente dicha. En el interior, la presidencia tampoco se destaca y sólo presenta unos arcos de mayor tamaño coronados por leves frontones».

    Además de un edificio muy bello y especial, ejemplo de la arquitectura taurina en el siglo XIX, la plaza de toros de La Malagueta es el epílogo por encontrar de todo un periplo histórico de los malagueños por encontrar un lugar en el que instalar un coso taurino estable y defintivo.

    En un principio era la plaza Mayor la que se adaptaba con armazones de madera. Al igual que en otros lugares de España. en este recinto rectangular se instalaban las plataformas y tablados aprovechando los soportales. Allí se dieron toros hasta finales del siglo XVIII, cuando se levantó una plaza de madera situada en terrenos cercanos al convento del Carmen, que dio nombre a la calle Plaza de Toros Vieja y que tenía una capacidad para 5.000 espectadores.

    En 1818 fue sustituida esta plaza por otra, también de madera, situado junto al mar, al oeste de la ciudad. De mayor aforo que la anterior, de ella dice Cossío que «estaba esta plaza situada entre varios almacenes de vinos de la importante casa Heredia, y parece ser que el temor a un incendio que se pudiera propagar a ellos fue la causa de que se deshiciera. No tuvo de momento sustitución digna, pues la plaza que se construyó, también de madera, en el sitio de la Puerta Nueva, era pequeña y tan sólo sirvió para novilladas y espectáculos de poca monta».

    Se pensó entonces en construir otra plaza más adecuada a las necesidades de la fuerte afición taurina malagueña y se elegió para el solar de la huerta del convento de San Francisco, tomando el nombre de su promotor, Sr. Álvarez. Fue inaugurada el 14 de agosto de 1849 con reses de Alvareda, que lidiaron los espadas Montes y Parra. El edificio era de cantería y ladrilo, a excepción del tendido, que estaba compuesto de 14 gradas de madera pintada.

    En 1852, la gradería fue sustituida por un tendido de cantería, reinaugurándose el 29 de mayo de 1853. Sobre la última fase de esta plaza, capaz para unos 14.000 espectadores, Cossió explica que «en 1864, y por disgusto del propietario ante una suspensión de corrida por razones de orden político, procedió a su demolición, quedando nuevamente privada Málaga de espectáculos taurinos».

    Pero la exigencia de un edificio específico para las corridas de toros condujo en esta fechas a habilitar como coso taurino el teatro circo de la Victoria, lo que llevó a cabo una Sociedad constituida al efecto, y que dio algunas novilladas que tuvieron gran éxito, dada la penuria malagueña en espectáculos taurinos en aquellos momentos.

    En este teatro circo, de forma elíptica, se construyó un graderío sobre lo que antes era el escenario, pero el recinto no pasó de ser una solución de emergencia porque su aforo de 3.000 localidades resultaba inadecuado para atender a la importante afición taurina malagueña. De tal manera que, tras diez años de indecisiones y vicisitudes diversas, se acometió la construcción de La Malagueta, hoy reconocido ejemplo de arquitectura taurina.

    Fuente: Lahera, Emilio. Plaza de Toros. Tomo II. Madrid: Ediciones Rueda, 1993, p. 546-549.

  • Tras varios emplazamientos provisionales, el Ayuntamiento inició la construcción de una plaza de toros definitiva que se inició en 1874 con la redacción del proyecto por el arquitecto municipal Joaquín de Rucoba. Algunas dificultades económicas determinaron la participación de la Diputación provincial, actual propietaria del edificio.

    Responde a la forma tradicional de su tipología: circular en el interior y poligonal al exterior. Presenta en fachada dos plantas de altura en las que se combinan el ladrillo del zócalo, pilastras angulares, recercados de vanos y cornisas de remate con antefijas, con el enjabelgado del resto del muro. Cada uno de los lados del polígono exterior muestra tres ejes de vanos, rebajados en el bajo y de medio punto en la superior. Todos ellos presentan la clave resaltada y en la planta superior óculos ciegos en las enjutas.
    En el interior se disponen pasillos perimetrales para la distribución del público, los tradicionales tendidos, y dos galerías superiores de palcos con estructura de hierro que configura arcos carpaneles sobre columnas, cuyos capiteles y enjutas muestran motivos taurinos.

    Fuente: Catálogo de Edificaciones Protegidas, PGOU de Málaga, aprobación provisional, junio 2010, p. 93.

Catalogación

Tipologías

Tipología Plazas de toros
Actividad Espectáculo taurino
Cronología 1874/1876
Estilo eclecticista

Agentes

Nombre Rucoba y Octavio de Toledo, Joaquín de
Figura Arquitecto
Actuación Proyecto
Año 1874
Nombre Rivas, Enrique
Actuación Suministro de la cantería labrada
Año 1874
Nombre Machuca Santacruz, Luis
Figura Arquitecto
Actuación Restauración
Año 1975
Nombre Bono de la Herrán, Luis
Figura Arquitecto
Actuación Restauración
Año 1975

Protección

  • BIC monumento (inscrito BOE 24/04/1981).
  • Integral (PGOU Málaga, 2011).

Información documental

  • Base de datos Patrimonio Inmueble de Andalucía
  • Catálogo de Edificaciones Protegidas, PGOU de Málaga, aprobación provisional, junio 2010

Información bibliográfica

  • BASSEGODA NONELL, Juan. Los planos del coso malagueño. 1985, p. 9-20
  • BEJARANO PEREZ, Rafael. Málaga y sus plazas de toros. 1974, p. 37-41
  • CANDAU RÁMILA, María Eugenia; DÍAZ PARDO, José Ignacio; RODRÍGUEZ MARÍN, Francisco. Málaga: Guía de arquitectura_an architectural guide. Málaga: Consejería de Obras Públicas y Transporte, Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga, 2005
  • DÍAZ-Y. RECASÉNS, G. y VÁZQUEZ CONSUEGRA, G. Plazas de Toros. Sevilla: Dirección General de Arquitectura y Vivienda, Consejería de Obras Públicas y Transportes, 2004
  • DINTEL. Transformación de la Malagueta. 1984, p. 29-29
  • GALLEGOS, Mari Luz. Toros en la Malagueta. 1973, p. 62-69
  • LAHERA, Emilio. Plaza de Toros. Tomo II. Madrid: Ediciones Rueda, 1993
  • MUÑOZ MARTIN, Manuel. La plaza de toros de la Malagueta. 1985, p.165-181
  • MUÑOZ MARTIN, Manuel. Las corridas de toros en Málaga en la primera mitad del siglo XIX. 1984, p. 21-30
  • RODRIGUEZ MARIN, Francisco J. El hierro en la arquitectura malagueña del siglo XIX. 1992, p. 41-46
  • RODRIGUEZ MARIN, Francisco José. La etapa malagueña del arquitecto Joaquín Rucoba. 1990, p. 191-217
  • MACHUCA CASARES, Luis, Evolución de la plaza de toros de Málaga desde su construcción (1876-1878) hasta nuestros días, revista ph Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico nº 85 abril 2014 pp. 184-203.

Datos geográficos

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ETRS 89 UTM Zona 30N 374010.08045, 4064770.15397
SRC WGS 84 36°43'13.0"N 4°24'38.9"W